Los factores genéticos van determinados desde la concepción y en estos influyen la talla de los padres el sexo y la raza.
También influye en el niño los hábitos de vida como la alimentación el ejercicio ó las enfermedades que haya padecido.
El clima donde se desarrollan influye en su talla adulta.
En un principio el crecimiento es homogéneo aunque en periodos como la primavera y el verano suele acelerarse por el aumento de actividad en los pequeñosy podemos ver ese estirón que tanta ilusión nos hace.
La hormona somatotropina (GH) la hormona de crecimiento estimula el crecimiento en las personas esta se segrega durante el sueño mientras duermen pero también se segrega durante el día, se ha demostrado que la fiebre actúa como estimulador de la hormona por eso notamos un estirón cuando los niños cursan enfermedad con fiebre.
Una pregunta muy corriente en los padres es si su niño bajito podrá ser de mayor alto y la respuesta es que sí, algunos niños tienen un crecimiento más lento pero en algún momento se cogen el ritmo y por el contrario hay niños que sufren una maduración ósea acelerada para después detenerse.
En la etapa de la pubertad se sufre un crecimiento muy acusado por el efecto de las hormonas y el crecimiento termina cuando la pubertad concluye se cierran los cartílagos de los huesos.
Para ayudar a que nuestros pequeños crezcan bien es imprescindible una alimentación que contenga lácteos que es la fuente principal de calcio para fortalecer los huesos , huevos que contienen zinc, hierro, vitamina B2, vitamina D, para la fabricación de la hormona del crecimiento, frutos secos por su alto contenido en magnesio y sal yodada porque la falta de yodo repercute en la talla infantil.
Siempre una alimentación sana y equilibrada combinada con la práctica de algún deporte puede contribuir a elevar la talla de los niños.