Centro de Educación Infantil

Es normal que tu bebé tenga mocos ¿Cómo debes hacerlo?

Publicado el en Para los Padres

Sacar los mocos al bebé

Es normal que tu bebé tenga mocos a menudo, esto no quiere decir que esté resfriado, pero hay que sacarle los mocos de las fosas nasales.


La mucosidad excesiva y prolongada puede producirle sinusitis, otitis, faringitis..., ya que los mocos se pueden llegar a infectar.

Si los bebés tienen muchos mocos, les molestará a la hora de comer y dormir. Ya que los bebés respiran el 90% del tiempo por la nariz porque aún no tienen muy desarrolllado el reflejo de respirar por la boca.

En el invierno, cuando las calefacciones están encendidas, hacen secar mucho el ambiente. Por tanto, un consejo útil son los humidificadores.

No existe momento del día mas o menos desaconsejado para sacar los mocos al bebé, pero después del baño puede ser una buena oportunidad, ya que el vapor del agua fluidifica un poco los mocos.

¿Cómo hay que sacar los mocos al bebé?

  • Con suero fisiológico: El suero fisiológico, humedece las fosas nasalesy le ayuda a deshacer los mocos y a arrastrarlos para que el bebé los saque afuera o bien para que se los trague. Si le introducimos el suero con jeringuilla, debemos acostar al niño boca arriba, girarle la cabeza hacia un lado y darle el suero poco a poco en el orificio que queda en la parte superior. Si le damos el suero en monodosis, cuando el bebé esté boca arriba, basta con introducirle unas gotas por ambos orificios.
  • Con aspirador nasal de cánula: Se coloca un extremo de la cánula en la fosa nasal y el otro en la boca del adulto, se aspira y las secreciones se quedarán retenidas en un recipiente en medio del tubo.
  • Con aspirador nasal ergonómico (perita): Se aprieta el bulbo de goma, se introduce en una de las fosas nasales, se tapa la otra fosa nasal para que la presión realizada sea mayor y se suelta el bulbo poco a poco.
  • Con pinzas nasales: Existen unas pinzas especiales para quitar los mocos secos a los bebés. Tienen un tope de seguridad que impide introducirlo demasiado en la naricita del bebé.

Los bastoncillos están desaconsejados, porque podríamos hacer daño al niño al no calcular bien hasta dónde lo introducimos.