Los niños reciben influencia de su entorno: los amigos, la escuela... pero la primera de todas, es de su familia. Por eso a los padres le corresponde transmitir a sus hijos conocimientos adecuados y formas de aprendizaje responsables.
Si los hijos ven que los padres leen, lo mas probable es que ellos lo acaben haciendo. Desde que tu hijo/a ya es un bebé se le puede empezar a leer cuentos. Al leerle a tu bebé, le estás enseñando sobre las historias, los números, las letras, los colores, las formas... además de brindarle información sobre el mundo que le rodea.
La lectura en un niño, le aporta a mejorar su memoria, sus habilidades comunicativas, su educación, ampliar su vocabulario, estimular la imaginación... Con la lectura, también se le enseñan valores y es transmisora de emociones. Ya que cuando le cuantas una historias, a parte de poner diferentes voces en los personajes, también es positivo cambiar el tono de voz, exagerar las expresiones y poner mucho énfasis a la hora de cómo contarlo. El hábito de la lectura en edades tempranas, no solo influye en la capacidad lectora, sino también en el desarrollo integral del niño/a.
Te puede parecer en un principio que tu bebé no le presta atención a los libros. Sin embargo, está empezando a familiarizarse con los ellos. Jugando con libros, ayuda a los bebés a estimular su desarrollo psicomotor, agarrándolos y llevándoselos a la boca. Y cuando ya tus hijos comprenden los padres le leen, podemos conseguir despertar su curiosidad, y que poco a poco quieran saber más sobre las divertidas aventuras de sus personajes favoritos.
Así que, desde que nuestros hijos son bebés, ya se les puede dar un libro para que interactúen con el. Siempre que esos libros sean adaptados a las diferentes fases del desarrollo del pequeño.
- Los libros para bebés: Son pequeños libros de tela con imágenes que pueden mirar, manipular, romper, chupar...
- Los libros de descubrimiento: Son una mezcla de libro y juguete, pensados para que puedan manipularlos.
- Los libros de papel o libros animados: A los dos años, el bebé ya podrá disfrutar de libros que contienen lengüetas por ejemplo, que son libros muy interactivos para que muestren interés por descubrir. A esta edad, la lectura ya puede ser una actividad compartida con los padres. Y una vez que descubra el interés por él mismo, será cuestión de que tu hijo/a se interese el/ella solo/a en la "lectura" de uno de sus libritos, pasando las páginas.
El Centro de Educación Infantil Barquitos de Valdespartera en Zaragoza, recomienda a los padres que lean a sus hijos, una actividad para desarrollar en familia que además de ser instructiva, es amena y divertida.