Empezar con la alimentación complementaria en nuestros hijos nos puede parecer en un principio un mundo.
¿Qué se les puede dar y cuándo?
- Verduras y hortalizas: A partir de los 6 meses pueden comer todo tipo de verduras y hortalizas (judías, patata, zanahoria, puerro, calabacín...) Todas, excepto las que acumulan más nitratos, como las espinacas, las acelgas, la remolacha y el nabo, que es mejor no ofrecer hasta los 12 meses.
- Fruta: A partir de los 6 meses pueden comer cualquier fruta. Simplemente hay que tener mas cuidado con las frutas más alérgenas (fresa, melocotón...) e ir dándoselas poco a poco para ver si tienen algún tipo de reacción.
- Cereales: Desde los 6 meses podemos darles cereales como: arroz, pan, galletas y pasta, siendo preferible, de inicio, no pasarnos con los cereales que llevan gluten (avena, trigo, cebada, centeno,...) por tanto, el maíz y el arroz sin problemas.
- Huevo: Hay variantes a la hora de a qué años poder dárselo. Es mejor empezar con la yema cocida. Y a partir de los 12 meses pasar a la clara.
- Carne: De inicio, las más recomendables son el pollo y el conejo. Porque la ternera y el cerdo son mas indigestas.
- Embutidos: Desde los 6 meses pero siempre de manera muy puntual. Los embutidos tienen bastante cantidad de sal, conservantes y colorantes.
- Pescado y marisco: Evitar darles peces grandes y marisco hasta los 3 años, por la cantidad de mercurio y cadmio que contienen respectivamente.
- Legumbres: Si por la piel de las legumbres el bebé sufre flatulencias es mejor retirarlas. Y aconsejable que vayan acompañadas de algún alimento rico en vitamina C para que el hierro se absorba mejor.
- Lácteos: La leche de vaca no se recomienda hasta los 12 meses. Y los productos desnatados no se recomiendan hasta mínimo los 2 años de edad.
- Frutos secos: no se recomiendan por el riesgo de atragantamiento, al ser pequeños y duros.
El momento crucial en el que el bebé empieza a tomar sus primeras comidas debe estar libre tanto de sal como de azúcar. La recomendación por parte de los nutricionistas es de no añadir azúcar ni sal a los alimentos, puesto que es mucho más saludable para el bebé que se acostumbren al sabor natural de los mismos. La sal y el azúcar que nuestro organismo necesita ya la contienen los alimentos que consumimos. Por lo tanto, no es necesario añadir un extra.
El bebé desarrolla las papilas gustativas entre los 6 y los 24 meses. Si les acostumbramos a comer sin azúcar ni sal les estamos acostumbrando a que de mayores no se excedan con estos condimentos y fomentamos a que nuestro hijo/a tenga hábitos alimenticios donde los protagonistas sean los alimentos naturales. Además, si toman el azúcar desde bebés, puede llevarlos a una situación de obesidad infantil o caries.
El Centro de Educación Infantil Barquitos de Valdespartera en Zaragoza, fomenta una alimentación sana, nutritiva y equilibrada.