Centro de Educación Infantil

Acontecimientos y consejos para afrontar la crisis de los 3 meses de tu bebé

Publicado el en Para los Padres

La crisis de los 3 meses en tu bebé

En el transcurso de la lactancia materna suelen producirse desajustes o crisis en tres momentos determinados: Cuando el bebé tiene 3 semanas de vida, al cumplir 1 mes y medio y la mas frecuente a los 3 meses (la famosa crisis de los 3 meses).


Son acontecimientos normales, pero provocan inquietud en la madre:

  • La madre nota que sus pechos no eran como al principio de la lactancia. Antes se hinchaban y deshinchaban en cada toma, goteaban y notaba la subida de la leche. En general, cada madre produce la cantidad exacta de leche que necesita su bebé, y los pechos ya no están tan llenos ni gotean porque la producción de leche se ha adaptado a las necesidades del niño.
  • A la madre le da la sensación que el bebé aún tiene hambre después de mamar. El bebé se chupa el dedo o el puño entero de la mano. Pero este gesto no siempre es señal de que tenga hambre, ya que a los niños les proporciona placer y tranquilidad chupar y succionar, y lo mas cercano a ellos son sus manos, que además experimentan con ellas.
  • El bebé vuelve a despertarse por la noche con mas frecuencia. El bebé que ya dormía del tirón o solo se despertaba una vez, ahora se despierta mas a menudo en la noche. Esto forma parte de un proceso normal de maduración , no hay de qué alarmarse, poco a poco recuperará su patrón de sueño.
  • El bebé ha ganado menos peso. Es normal que con 3 meses gane menos peso a la semana que al principio. Y es que los bebés engordan cada vez menos.
  • El bebé no mancha el pañal en dos o tres días. Un lactante puede estar perfectamente dos o tres días sin manchar el pañal (aunque sí debe mojarlo al menos cuatro veces al día). Y también es normal que si ha estado dos o tres días sin evacuar, cuando por fin lo haga se manche toda su espalda.
  • El bebé hace tomas caóticas. Se distrae por cualquier cosa y a menudo rompe a llorar al poco rato de haber empezado a mamar. Este hecho no tiene que alarmarnos y lo tenemos que afrontar sin que la madre se ponga nerviosa, ya que será peor.

Todos lo que está ocurriendo es perfectamente superable si se entiende y se maneja de forma adecuada. A partir de los tres meses se producen grandes cambios en su cerebro, las conexiones neuronales se multiplican a toda velocidad y su inteligencia, cada vez más desarrollada, les abre un mundo de sensaciones. La visión y el oído mejoran de manera espectacular y empiezan a ver más allá de la cara de su madre, o si alguien entra en la habitación y habla el niño/a lo nota, por lo que se distraen por cualquier cosa.

No debe pensar la madre que no tiene leche suficiente ni la capacidad para fabricar toda la que el niño necesita. El cuerpo materno es muy sabio y modifica el sistema de producción de leche, para optimizar el proceso.

Consejos para superar la crisis:

  • No forzar al niño/a a mamar, ni insistir demasiado para que tome el pecho, puesto que el resultado puede ser justamente el contrario y provocar un rechazo donde hasta entonces no existía más que una crisis pasajera.
  • Para evitar que se distraiga, puede resultar muy útil darle el pecho con poca luz y en silencio. Cuantos menos estímulos externos haya a su alrededor, más tranquila será la toma.
  • No esperar a que el niño llore para ponérselo al pecho. Adelantarnos a que el niño/a arranque a llorar para mamar, así podemos evitar su ansiedad o desesperación.
  • Paciencia. Tal y como ha llegado la crisis, se irá. Y verlo como un proceso natural por el que hay que pasar.